Hoy vamos a hablaros de la maravillosa experiencia que resulta caminar por las calles de Toledo en cualquier momento del día, al alba, al medio día, al atardecer, en la noche… descubriendo una Toledo distinta en cada momento.
La primera impresión que uno se lleva al entrar por las murallas de la ciudad es estar dentro de una antigua medina medieval, calles angostas, callejones, adarves, pequeñas plazas con esa fisonomía irregular tan propia de las ciudades árabes que hace volar nuestra imaginación, es fácil hacerse una idea de cómo serían los zocos, los barrios de artesanos, los alarifes trabajando en la construcción de edificios civiles y religiosos con ese aparejo toledano tan característico de nuestro mudéjar. Podemos imaginarnos a los cientos de trabajadores que participaron en la construcción de la Catedral, los gremios y sus oficios en las calles Sillería, Tornería, Chapinería, Cordonería, Cerería, De la Sal…
En cada calle del Casco Histórico nos encontramos preciosas fachadas de edificios residenciales con sus balcones, miradores acristalados, revocos decorados algunos de ellos de una belleza inusitada, antiguos portalones con sus estoperoles esos clavos de cabeza redondeada que dan robustez a las puertas, escudos nobiliarios e infinidad de elementos decorativos.
Pasear por debajo de los famosos cobertizos que unen en el aire dos edificaciones, esas zonas de paso que al caer la noche serían lugar idóneo de espadachines batiéndose en duelo, pillos buscando a quien engañar, lugar de encuentros amorosos y también zonas de peligro que evitar resulta curioso y al mismo tiempo excitante.
Junto a las edificaciones civiles residenciales nos vamos a encontrar con infinidad de edificaciones civiles de tipo administrativo o institucional, empezamos haciendo mención al afamado Palacio Renacentista que es el Alcázar de Toledo actual sede del Museo del Ejército y Biblioteca de Castilla La Mancha, dependencias universitarias como el neoclásico Palacio de Lorenzana o los diferentes conventos convertidos hoy en sedes del Campus Universitario, el Ayuntamiento con su estilo Herreriano y sus diferentes dependencias entre las que se encuentra la Posada de la Hermandad con su magnífica fachada gótico-mudéjar, Palacio de los Condes de Fuensalida actual sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha considerado uno de los mejores exponentes del mudéjar toledano, la Escuela de Artes y Oficios de estilo neomudéjar, antiguos Hospitales como el del Bálsamo hoy actual sede de Correos, antiguo Banco de España magnífico edificio clasicistas del XIX, entre muchos otros.
Para finalizar este breve resumen de la experiencia de caminar por las calles de Toledo hacer mención a las magníficas edificaciones religiosas que uno se puede encontrar por toda la ciudad como son las numerosas iglesias la mayoría mudéjares con magníficas torres, fachadas, arquerías y portadas, así como los conventos y monasterios gran parte de ellos surgidos de la unión de casas nobles algunas de ella de una antigüedad que se remonta al periodo musulmán, capillas como las de San José la primera dedicada al padre adoptivo de Jesús en Europa, la magnífica Catedral Primada de Santa María que debido a su magnificencia e importancia requiere de un post a parte, las Sinagogas de Santa María la Blanca y del Tránsito en la Judería dos de los mejores exponentes del mudéjar peninsular, las Mezquitas del Cristo de la Luz y de Tornerías siendo la primera el monumento en pie más antiguo de la ciudad del siglo X, cruces que nos señalan la presencia del Sagrario en el interior, hornacinas en los muros, infinidad de detalles que hace del todo un conjunto de una armonía y una sobria belleza que no te deja indiferente.
Hasta aquí hemos dado unas breves pinceladas de los innumerables tesoros de nuestra Catedral Primada por lo que podemos finalizar diciendo que de la mano de VERTOLEDO descubrirás uno de los monumentos más impresionantes España y de Europa, viviendo una experiencia inolvidable.
Catedral de Toledo
La ruta más completa para conocer Toledo, visitaremos la Mezquita del Cristo de la Luz, Iglesia de San Ildefonso (Jesuitas), el cuadro del «Entierro del Señor de Orgaz» del Greco, Monasterio de San Juan de los Reyes y la Sinagoga de Santa María la Blanca.